Pechugas de Pollo Agridulces

Día 2 de septiembre, estoy recién aterrizada de las vacaciones y con mil cosas por cerrar. Podría estar haciendo o cerrando una de esas mil cosas pero me apetecía un montón volver a mis recetas. Entre pitos y flautas hace dos meses que desaparecí, lo cual no significa que lleve dos meses sin cocinar. Me fui sin decir adiós porque no pensaba estar tanto tiempo sin aparecer por aquí, pero un ahora me pongo por aquí, un mami necesito por allá y un me siento poco inspirada por ahí; ha pasado todo este tiempo.

Lo importante es que aquí estoy con un nuevo plato muy parecido a este momento del año. "Agri" porque se acabó lo bueno y "Dulce" porque nos volvemos a encontrar con amigos que hace tiempo que no veíamos, volvemos a actividades que teníamos aparcadas y por otras cosas, difíciles de ver con la depre postvacacional, pero que están ahí. Aunque a nosotros no nos guste nada el "momento agri", a las pechugas les va genial.

Hace poco que he retomado esta receta de pechugas agridulces que tenía guardada en el baúl de los recuerdos. Es un plato que me encanta, así que no sé cual es la razón por la cual se quedó aparcada unos años pero ha vuelto. Los enanos la han probado y les ha gustado, así que se quedará un tiempo entre nosotros.

El pollo es una carne que está muy bien, tiene poca grasa, admite un sinfín de posibilidades y es barata, aunque no tanto como hace unos años. Los niños no suelen poner problemas al pollo y yo tampoco. En realidad, yo no le pongo pegas a nada. Tengo la "desgracia" de que no soy nada tiquismiquis con la comida y me encanta comer. A veces no me importaría ser lo contrario, pero una es como es.

Paréntesis: Un enano de 3 años ha entrado en mi cocina y me ha pedido para su cumple un cortacésped. Como ha visto mi cara, ha repetido 300.000 veces "porfa", y yo para que me dejara seguir  escribiendo he asentido. Creo que me he metido en un lío porque este es de ideas fijas. Bueno, me quedan unos meses para convencerlo.
El momento cortacésped ha venido seguido del mismo enano entrando en la cocina en calzoncillos a tocarme una canción con la guitarra. Él no paraba de dar saltitos y yo me he reído un rato.

Entre cortacésped, canción, calzoncillos guitarra y risas, no me enrollo más y os cuento qué necesitamos para hacer estas pechugas tan ricas.

INGREDIENTES
(4pax)

800g de pechugas de pollo
5 cucharadas de azúcar moreno (blanquilla también vale)
3 cucharadas de vinagre
4 cucharadas de mostaza
1 chorro de vino blanco
6 cucharadas de agua
65g de agua
1 cucharadita de maicena
Aceite de oliva
Sal

Lo primero que debemos hacer es cortar las pechugas en filetes. Esos filetes si son muy grandes también los cortamos en filetitos más pequeños. Salamos los filetes y los freímos un poco por cada lado en aceite de oliva y las reservamos. En ese aceite, echamos el azúcar y removemos. Añadimos el vinagre y seguimos con las vueltas. Ahora le toca a la mostaza y aunque parezca que no va a ligar nunca, si dais vueltas y vueltas ligará. Seguimos con un chorro de vino blanco, ponemos 6 cucharadas de agua y no paramos de remover. En este momento echamos el jugo que han soltado los filetes de pollo que habíamos reservado. Yo para espesar un poco la salsa he disuelto una cucharadita de maicena en 65g de agua fría y lo he añadido. Introducimos las pechugas de pollo y dejamos que se hagan 5 minutos más.

Las podemos acompañar con arroz blanco o como en este caso, con unos fideos de arroz. Se hacen en un pispás. Con meterlos 2 minutos en agua hirviendo es suficiente.

Espero que os gusten




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