Calamares Boloñesa

Hace unas semanas me llama mi primo y me dice que tiene en casa unos calamares para mi. ¡Qué suerte!, yo ya empiezo a salivar solo de pensar en esos calamares pescados por mi tío en el Cantábrico. Aún sin tenerlos en mi poder, ya voy dándole a la maquinita para ver como los hago.

Barajé receta tradicional, en su tinta, guisados, plancha, rebozados o con alguna salsa de siempre. Pero ya que estábamos, casi dos kilos de calamares eran la ocasión perfecta para montar comidita dominguera especial. Así que además de tasyfridays, hicimos un tastysunday.  Fin de semana completo. Por supuesto, el invitado de honor fue el mensajero que se encarga de transportar tan distinguida materia prima desde el norte a los madriles. Al final, éramos cinco los que nos juntamos para dar cuenta de los calamares.
En nuestros viernes tasty, ya tengo algunas recetas de calamares, probadas y buenísimas. Unos calamares rellenos con sus patitas y langostinos (click aquí para ver la receta), un calamar relleno de picadillo que podéis ver haciendo click aquí; o unos clamares a la andaluza con lima que podéis ver aquí. Pero no era el día de repetir, ya sé que cuando vienen invitados a casa no es muy buen momento para innovar. Pero el que no arriesga, no gana, no prueba y no se divierte.  Los invitados eran de confianza así que cuando vienen a casa, ya vienen predispuestos a hacer de conejillos de indias.

En este caso la inspiración la busqué en un cocinero gallego que llamó mi atención con su receta de Calamares Boloñesa, Pepe Solla. La verdad es que no cambié nada, salvo cocinar las tiras de calamar que él sirve crudas y buscar un acompañamiento. Bueno digo nada, pero seguro que mil detalles más hay que un cocinero como él pondrá en el plato. Pero es un plato adaptable a nuestras cocinas con el que comer los calamares de una forma diferente.


INGREDIENTES
(5PAX)

1700g. de calamares
3 dientes de ajo
160g de cebolla
7 tomates pera
Vino blanco
Sal y pimienta
Aceite de Oliva
Albahaca fresca
Queso parmesano en un trozo. No necesitamos mucho, es sólo para servir.

Lo primero que tenemos que hacer es limpiar los calamares, os dejo un enlace de como hacerlo (click aquí). A continuación cogemos las patas y las aletas y los picamos muy fino. Si tenéis una picadora es la mejor opción, hay que dejarlos muy picados.
En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreímos el ajo picado fino y antes de que empiece a dorarse echamos la cebolla picada también muy menuda. Incorporamos las patas y aletas de los calamares bien picados y previamente salados.  Mientras se van haciendo pelamos y picamos en trocitos menudos los tomates. Los incorporamos a la sartén. Regamos con un chorro de vino blanco. Ahora echamos sal y pimienta, no seáis tímidos y probad el punto de sal. Añadimos una cucharada de albahaca fresca picada y dejamos hacerse a fuego medio durante unos 20 minutos más o menos. Tiene que quedar reducido y con la misma apariencia de cuando hacemos una boloñesa de carne.


Ahora le toca el turno a los cuerpos. Mis calamares ya estaban congelados previamente sin saber el plato que iba a hacer. Una vez descongelados, abrí los cuerpos con un corte de delante a atrás y corté tiras lo más finas posibles en ese mismo sentido.



En el plato original de Pepe Solla, él hace el corte que os digo de delante a atrás y los enrolla. Esos rollitos los congela y cuando están semicongelados los corta con el cuchillo perpendicular a lo largo del rollito. Lo que consigue son unos espaguetis de calamar muy finos que aliña con aceite, sal y pimienta. Él los sirve así, en crudo y con la boloñesa y unas lascas de parmesano por encima.

Después de este paréntesis con la receta original, sigo con mi modus operandi. Una vez tenemos cortadas las tiras, las salpimentamos. En una sartén con un poco de aceite de oliva las salteamos hasta que estén hechas.

Llega el momento de emplatar. Ponemos un montoncito de tiras de calamar en el plato. Echamos la boloñesa por encima y terminamos con unas lascas de parmesano. Las lascas de parmesano son fáciles de hacer con un pelador.

En este caso acompañé el plato con un poco de arroz integral servido con pesto. Para el arroz solo tenéis que seguir la pauta de siempre. Dos de agua por uno de arroz. En el arroz integral recomiendan echar un poco más de agua. Si los hacéis en olla rápida no hace falta. En una olla normal, podes ir viendo si necesita un poco más de agua para terminar de hacerse y quedar en su punto. Por supuesto puede acompañarse de arroz normal, o de otro acompañamiento que se os ocurra. Una vez listo lo podemos poner en el plato con ayuda de un molde para que nos quede más bonito.

Echamos el pesto por encima del arroz y listo. La receta del pesto ya la he puesto en mi otro blog, así que para no repetirme, os dejo el enlace haciendo click aquí.

El resultado me ha encantado y juzgar por las repeticiones de los demás comensales a ellos también.


¡Espero que os guste!

Comentarios

Entradas populares