Albóndigas de otros Mundos
Hoy es viernes, y aunque hay mucha gente de viaje por el puente, los que nos quedamos tenemos que empezar el finde de la mejor manera posible. Estas albóndigas nos permitirán dar una vuelta, un miniviaje por otros lugares a través de nuestro paladar.
En realidad las albóndigas son de todos los mundos. Se pueden encontrar recetas de muchos lugares e ingredientes que pican la carne y la aderezan de diferente manera. O un montón de salsas y acompañamientos para degustarlas. Nosotros solemos hacerlas de carne de ternera o cerdo, o mezcla de las dos. ¿Las salsas? Pues con salsa de tomate (click aquí) o con un sofrito y caldo de carne. También a veces innovamos un poco y las hacemos con salsa de zanahoria y naranja ( click aquí). Incluso las hacemos de pescado como estas de bacalao (click aquí) o de verduras como unas de berenjena que hice hace poco y todavía no he publicado.
Siempre son una apuesta segura que suele gustar a toda la familia, que nos permite integrar sabores y jugar un poco. Para mí lo principal en las albóndigas, es que seamos nosotros los que hagamos nuestras propias mezclas de carnes, pescados, verduras, especias, etc. Los pre-elaborados que sean de confianza y de vez en cuando.
Y vuelvo al viernes, a hoy, con una receta de albóndigas que, ¿por qué son de otros mundos? Pues porque he intentado jugar con ingredientes o sabores un poco exóticos para conseguir que unas albóndigas de pollo se conviertan en una cena tastyfridays.
A veces por h o por b no te da tiempo a planificar la cenita especial de la semana, así que hay que tirar de lo que hay por casa. Este tastyfridays, viene de un día así. Y me diréis, claro es que en tu casa hay salsa de chile dulce como el que tiene huevos en la nevera. Y no seré yo la que os quite la razón. Porque alguien aficionado a la cocina, inquieta y curiosa con toda la gastronomía de aquí y de allá, suele ir acumulando en despensa o en el congelador, ingredientes no muy habituales. Pero esto no es excusa, si no nos da tiempo a hacerlo hoy, mañana nos ponemos.
Todos los ingredientes son muy fáciles de encontrar, excepto la salsa de chile dulce. Podéis probar en grandes superficies, en la sección de comida internacional. Si no da resultado, todas las tiendas asiáticas la tienen. Y si no tenéis nada de esto a mano, probad a hacer una salsa agridulce con guindilla, azúcar, vinagre, miel, mostaza, agua...emplead la imaginación. Yo os dejó aquí una que puede llegar a sustituirla (click aquí). También tenemos internet para comprar de ingredientes poco habituales.
¡Vamos allá con la receta!
En realidad las albóndigas son de todos los mundos. Se pueden encontrar recetas de muchos lugares e ingredientes que pican la carne y la aderezan de diferente manera. O un montón de salsas y acompañamientos para degustarlas. Nosotros solemos hacerlas de carne de ternera o cerdo, o mezcla de las dos. ¿Las salsas? Pues con salsa de tomate (click aquí) o con un sofrito y caldo de carne. También a veces innovamos un poco y las hacemos con salsa de zanahoria y naranja ( click aquí). Incluso las hacemos de pescado como estas de bacalao (click aquí) o de verduras como unas de berenjena que hice hace poco y todavía no he publicado.
Siempre son una apuesta segura que suele gustar a toda la familia, que nos permite integrar sabores y jugar un poco. Para mí lo principal en las albóndigas, es que seamos nosotros los que hagamos nuestras propias mezclas de carnes, pescados, verduras, especias, etc. Los pre-elaborados que sean de confianza y de vez en cuando.
Y vuelvo al viernes, a hoy, con una receta de albóndigas que, ¿por qué son de otros mundos? Pues porque he intentado jugar con ingredientes o sabores un poco exóticos para conseguir que unas albóndigas de pollo se conviertan en una cena tastyfridays.
A veces por h o por b no te da tiempo a planificar la cenita especial de la semana, así que hay que tirar de lo que hay por casa. Este tastyfridays, viene de un día así. Y me diréis, claro es que en tu casa hay salsa de chile dulce como el que tiene huevos en la nevera. Y no seré yo la que os quite la razón. Porque alguien aficionado a la cocina, inquieta y curiosa con toda la gastronomía de aquí y de allá, suele ir acumulando en despensa o en el congelador, ingredientes no muy habituales. Pero esto no es excusa, si no nos da tiempo a hacerlo hoy, mañana nos ponemos.
Todos los ingredientes son muy fáciles de encontrar, excepto la salsa de chile dulce. Podéis probar en grandes superficies, en la sección de comida internacional. Si no da resultado, todas las tiendas asiáticas la tienen. Y si no tenéis nada de esto a mano, probad a hacer una salsa agridulce con guindilla, azúcar, vinagre, miel, mostaza, agua...emplead la imaginación. Yo os dejó aquí una que puede llegar a sustituirla (click aquí). También tenemos internet para comprar de ingredientes poco habituales.
¡Vamos allá con la receta!
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