Tartaletas de Queso y Jalea de AOVE

Ya estamos en pleno viernes y después de tanta calavera, monstruos y muertos con día festivo incluido no tengo nada de sensación de viernes, así que cada vez que me doy cuenta pues no me puedo poner más contenta.

El finde de semana son unos días muy propios para cocinar entre otras cosas y dentro de las recetas que se prestan mucho para el fin de semana están los dulces o los postres. Tenemos tiempo para hacerlos y para disfrutarlos. La receta de hoy, como habréis adivinado por el título de la entrada es una de esas recetas dulces, aunque con matices, porque tiene un puntito salado que ahora descubriréis. Resulta que estas tartaletas llevan también pasta de aceitunas que combina a la perfección con la jalea de AOVE, que aunque también es dulce tiene un sabor muy, muy especial.

Hace unos días llegaron a mis manos unos productos muy top de una empresa de aceites zamorana concretamente de los Arribes de Duero y más concretamente de Fermoselle. Un pueblecito precioso al que me une algo más que un cariño especial y que llevo ya visitando y disfrutando un montón de años.
Así que con esta receta estoy doblemente contenta, una porque poder cocinar con un producto de esta calidad, es un placer, y otra por ese punto sentimental de saber y de conocer el lugar de donde vienen esos productos.

El aceite de Douroliva lo probé esta semana santa en un restaurante de Zamora, y tuve que frenar el carro y no comerme todo el pan del mundo moja que te moja en mi cuenquito, os podéis imaginar por qué. Pero es que no solo tienen aceite en distintas variedades, ofrecen otros productos hechos a base de aceite como la jalea de esta receta o la pasta o paté de aceitunas que os cuento de primera mano que están increíbles.

Con estos productos en la mano, quería hacer una receta que los potenciara y darles el protagonismo que merecían. La combinación del queso con las aceitunas y la jalea me pareció que sería fantástica y no me equivoqué.



INGREDIENTES

300g. de queso fresco
1 huevo
ralladura de 1/2 limón
50g. de azúcar
50g. de jalea de aove Douroliva
50g. de paté de aceitunas Douroliva
1 lámina de masa quebrada

Batimos el queso fresco con el huevo y la ralladura de limón. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que se integre. Cortamos discos de masa quebrada un poco más grande de nuestros moldes, como de medio centímetro más. Engrasamos los moldes y vamos metiendo la masa. Pinchamos con un tenedor el fondo.



Empezamos a rellenar con un poco de la mezcla de queso y huevo. Ponemos un poquito de jalea y un poquito de paté de aceitunas. Cubrimos con otro poquito de la mezcla de queso. Terminamos con la jalea y paté de aceitunas. No las llenéis hasta el borde porque la mezcla de queso subirá con la temperatura y se podría salir, aunque una vez frías vuelve a bajar.





Metemos al horno unos 30 minutos a 180º y esperamos a desmoldarlas a que se hayan enfriado.

El resultado es genial, la mezcla dulce de la jalea con el queso y el punto salado de las aceitunas creo que os va a encantar. 



¡Espero que os guste y que les guste!

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